Por qué es importante la evidencia digital y su adecuada gestión

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Del mismo modo que las huellas dactilares pueden alterar el curso de una investigación, las evidencias digitales ejercen una influencia similar en la era de la información. Por lo general, permanecen ocultas y son extremadamente sensibles, ya que pueden modificarse y destruirse con relativa facilidad. Con todo, estos datos son válidos en procesos judiciales y permiten recuperar archivos vinculados (conversaciones, documentos ofimáticos, etcétera). Por consiguiente, la importancia de la evidencia digital es incuestionable.

¿Qué son las evidencias digitales y cuáles son sus principales aplicaciones?

La evidencia digital se define como cualquier registro de información que queda almacenado en dispositivos y sistemas informáticos, y puede adoptar múltiples formas: discos ópticos, memorias USB, tarjetas SD, metadatos, archivos ofimáticos, etcétera.

Estos datos residuales pueden incriminar a delincuentes digitales y facilitar la identificación de víctimas. De ahí que la recogida de evidencias digitales revista cada vez un interés mayor en la esfera criminalista, sobre todo considerando que se registraron más de 305 mil delitos de este tipo en España durante el pasado año, según un informe de Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC).

Las fuentes de evidencia digital se dividen en volátiles y permanentes y provienen de un amplio espectro de delitos: asesinatos, acoso, robos, violaciones, maltrato, prostitución, estafas, piratería, vulneración de la propiedad, etcétera. Incluso si estas infracciones y crímenes no se produjeran mediante las nuevas tecnologías, pueden utilizarlas con anterioridad o posterioridad, dejando así un rasgo visible para los investigadores.

Debidamente recolectadas y autentificadas, las evidencias digitales son una pieza fundamental para la defensa o la acusación ante los tribunales, contribuyendo a aclarar los hechos con todo el rigor de la ciencia forense.

Estrechamente relacionada con las evidencias digitales está la cadena de custodia. Este procedimiento documentado facilita la identificación, análisis y autenticidad de registros digitales derivados de actividades delictivas. Un equipo de peritos especializados se encargan de desarrollar la cadena de custodia en distintas fases, como la recolección de indicios o la conservación de los mismos o la entrega, siempre cumpliendo una serie de requisitos determinados por las leyes procesales.

4 claves para entender la importancia de la evidencia digital

Válida en procesos judiciales

La validez de las evidencias digitales en un proceso judicial las convierte en una pieza indispensable del ‘puzzle’ de ciertas investigaciones. Las evidencias deben cumplir una serie de requisitos para servir de pruebas en este trámite legal. Y es que la extracción de datos de memorias USB, discos ópticos y otras unidades de almacenamiento carecería de utilidad sin el valor probatorio de estas evidencias.

Obtención de copia auténtica

En respuesta a la cuestión de cuál es la importancia del tratamiento de la evidencia digital, esta información ayuda en la obtención de una copia íntegra y auténtica de las actividades delictivas que pretenden demostrarse. La necesidad de autentificar las evidencias tiene una relevancia especial en la esfera digital, ya que provienen de una diversidad de medios —apps de chat, softwares de almacenamiento in cloud, servidores de correo electrónico, etcétera— susceptibles de sufrir borrado o alteración drástica de su contenido.

Recuperabilidad

Que las evidencias digitales sean borradas de su soporte o unidad de almacenamiento puede no suponer un problema real gracias a la recuperabilidad de estos archivos. Diversas herramientas facilitan este proceso para ‘rescatar’ los archivos temporales y otros elementos pertenecientes a la evidencia suprimida. Lógicamente, la posibilidad de recuperar conversaciones de WhatsApps otorga al investigador forense una poderosa ventaja frente a los ciberdelincuentes.

Comparación fiable

Los peritos informáticos disponen de herramientas que permiten demostrar la fidelidad de las evidencias digitales con sus contrapartes originales. Esta comparativa aporta confiabilidad al proceso de recolección y preservación de evidencias, al probar que proceden de fuentes fiables.

Tratamiento de la evidencia digital, un servicio de creciente demanda en España

En vista de lo anterior, no sorprende que el tratamiento de la evidencia digital sea un servicio al alza en España, donde en 2021 se registraron más de 305 mil delitos informáticos, un 6,1% más que el año anterior, de acuerdo con los datos del Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC).

En manos de un perito informático cualificado, las evidencias digitales pasan por dos procesos indispensables para garantizar la integridad, validez y confiabilidad de las mismas. En primer lugar, la recolección de la evidencia debe emplear sistemas que garanticen su integridad, especialmente en discos duros y otras unidades de cinta magnética debido a su volatilidad. En este sentido, los peritos deberán documentar cada una de sus acciones, ordenadas de mayor a menor volatilidad. Por ejemplo, dando prioridad a la recopilación de registros y almacenamientos en caché, siguiendo por los documentos.

En segundo lugar, los peritos informáticos pondrán especial cuidado en la preservación de las evidencias digitales, respetando la cadena de custodia y de almacenamiento y evitando acciones que puedan comprometer su integridad (apagar el dispositivo de forma improcedente, por ejemplo).